Opinión: Me ha parecido una novela sencilla desde la narrativa. Pera esta sencillez no deja de ser encantadora. Con pocos personajes, Eduardo Sacheri logró cautivarme en cada página. El autor tiene la habilidad de narrar lo cotidiano de forma amena y con diálogos muy vivos.
Me gusta cómo se narra la relación entre padre e hija en esta novela. La afinidad entre Lucas y Sofía avanza a lo largo de la historia, logrando entablar un vínculo cercano, especial e incondicional. Me resulta muy irónicos y divertidos sus diálogos. Me agrada que él haya tomado las riendas de su vida gracias a la aparición de su hija, haciéndose cargo de su crianza.
El libro está cargado de manifestaciones propias de la sociedad argentina tales como el lenguaje, el humor y la forma de actuar de los protagonistas.
Los personajes son muy especiales, al igual que cotidianos. El autor consigue definirlos adecuadamente. Logré entender el comportamiento de Lucas, aunque por momentos lo odié por muchas actitudes, en particular frente a Fabiana, su pareja. Ella es un personaje que logré detestar por su egoísmo y autoritarismo. Con Sofía me encariñé fácilmente. Es una persona llena de emociones y contradicciones propias de la adolescencia. Lo que me cautivó mucho de ella es su inteligencia.
Es un libro ligero y agradable, donde predomina el amor familiar y la noción y búsqueda de la felicidad. Esta historia demuestra que la felicidad está hecha de pequeños “grandes” momentos. Sin dudas lo recomiendo.
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