Sinopsis: Inglaterra, 1870. Lord Alexander Collingwood ha heredado recientemente el condado de Kent. Esas tierras son lo que más le importa, pero deberá deshacerse de ellas: están usurpadas por las deudas que su padre sembró, y ya no puede mantenerlas. Solamente se le ocurre una manera de poner a salvo el patrimonio amenazado: casarse con una joven de alguna familia burguesa sin linaje que le aporte una buena dote.
Gabrielle Fergusson es hija de un acaudalado comerciante; a los ojos de casi todos aparece como una muchacha superficial, solo preocupada por los vestidos, los bailes y la coquetería, aunque perdidamente enamorada de Alexander. Si bien lord Collingwood detesta la frivolidad, todo la señala como la candidata perfecta.
Cuando él, desesperado, pide la mano de Gabrielle sin que ella sospeche de que necesita la dote, queda todo servido para que la autora nos traiga una nueva versión de la batalla de los sexos. En medio de una convivencia forzada, de un matrimonio que no han elegido, tendrán que probar cuánto pueden acercarse, cuánto acortar la brecha que los separa.
Opinión: “Nunca nadie más” es el primer libro de la serie de la familia Collingwood. Es un libro ágil y ameno, que terminé de leer en pocos días. Lola Rey describió de forma adecuada los sentimientos y la época en que se sitúa la novela, de manera de cautivarme desde la primera página. Sin embargo, por momentos me pareció que los hechos sucedían rápidamente, impidiendo disfrutar así de la historia. Eso no quiere decir que me haya aburrido con el argumento, porque es todo lo contrario. Pero hubiese querido que todo sea más lento, menos “abrupto”. Y me hubiese gustado que el final de esta historia sea más extenso.
Los personajes me resultaron atractivos desde el primer momento. Me gustó la forma de caracterizarlos de la autora. Alexander logró cautivarme con su inteligencia y la responsabilidad frente a las dificultades. Gabrielle es uno de mis personajes favoritos. Es inteligente y con carácter, y derrumba el ideal de que toda mujer físicamente bella es frívola, vanidosa y superficial. La evolución como persona de este personaje me resultó atrapante. Aunque por momentos odié que los miedos y el orgullo de los personajes les hicieran equivocarse tanto, me gustó como esto logra hacer evolucionar la historia, mostrando la superación de esos “defectos”.
Es una novela que recomiendo, ya que he disfrutado mucho. A pesar de que no considero a Lola Rey como la mejor autora para narrar este tipo de novelas ambientadas en 1800, es una gran escritora y sus libros valen la pena ser leídos.
La continuación de esta novela se llama “No sólo un sueño”.
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