Sinopsis: Desolada por la muerte de su madre, la joven Gabrielle Brooks abandona Inglaterra para encontrar a su padre en una isla caribeña. Ahí descubre que el hombre es un temible pirata, un corsario que con el tiempo la conmina a regresar a casa y buscarse un marido. En Londres, su antiguo amigo James Malory le ayuda a presentarse en sociedad. Gabrielle acude entonces a bailes y fiestas en compañía de la esposa de aquél, Georgina, y del americano Drew Anderson, que, aunque se siente atraído por la belleza de Gabrielle, es un vividor sin ningún interés en ella. Gabrielle, molesta por la indiferencia de Drew, se propone atraer su atención…mientras él trata de disuadirla involucrándola en un escándalo. Pero la joven no se amedrenta y jura vengarse del americano. Lo hará con la ayuda de los compinches de su padre…
Opinión: El octavo libro de la saga Malory no es el mejor de la saga, pero aun así resulta muy entretenido. Cuenta la historia de Drew Anderson, un personaje al cual deseaba conocer un poco más, y “Gabby”. Esperaba otra historia, tal vez un poco más, pero aún así es preciosa.
En cuanto al argumento, es una historia con aventura, romance y acción. Me recuerda en varios aspectos a “Amable y tirano”, tercer libro de la saga, que cuenta la historia de James Malory y Georgina Anderson. Por ejemplo, parte del argumento se desarrolla en el mar y piratas aparecen en el desarrollo. Pero aún así este libro se distingue por tener tal vez un poco más de aventura. El final me decepcionó un poco. Me pareció que todo sucedió rápido, y quedé con ganas de más. Además, siento que a toda la historia le falta pasión y un poco más de romance, como es usual en esta autora.
Con respecto a los personajes, Gabby es una joven con una historia llena de aventuras, viajes y paisajes exóticos, mientras que Drew es apuesto y mujeriego. La disputa y la sensualidad entre ellos hace que el libro sea agradable. Pero uno de mis favoritos es Richard, amigo de Gabby. Es un personaje carismático, atractivo y un caballero.
Y por mencionar la prosa, Johanna Lindsey nos presenta un lenguaje sencillo y claro, con innumerables diálogos divertidos que agilizan la lectura. Narra de una manera muy bella, sin abusar de las descripciones para no aburrir al lector. Con sus letras sabe atrapar al lector y dejarlo satisfecho.
En fin, es un libro entretenido, ágil de leer. Lo recomiendo para aquellos que siguen a la saga, pero que no se destaca ni es uno de los más memorables.
Puntaje:
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