Sinopsis: Roslynn Chadwick es una exquisita heredera escocesa, para quien un matrimonio conveniente sería la única forma de protegerse de las malévolas intrigas de su primo y de la ambición de cuanto cazador de fortunas codicia a esa beldad pelirroja y su apetecible patrimonio.
Anthony Malory representa todo aquello contra lo que la habían prevenido: es un aventurero inglés, avasallante y apuesto, cuyos sensuales ojos azules prometen toda clase de placeres.
Opinión: Este es el segundo libro de la saga de los Malory, es este caso contando la historia de Anthony y permitiéndonos conocerlo mejor. Este es uno de mis libros favoritos de la saga, pero aún así no supera al primero.
La historia está bien desarrollada: es amena, hay muchos diálogos divertidos y entretenidos y, a pesar de incluir bastantes personajes, todos están bien definidos. Aunque esperaba otro tipo de historia para Tony. Es uno de mis personajes favoritos de toda la saga, junto con James y Jeremy, y deseaba otro tipo de historia de amor. Pero aun así no es decepcionante.
Mencionando a los personajes, debo decir que en muchas ocasiones la protagonista, Roslynn, me exasperaba mucho porque me resultaba necia e inmadura. Pero sin embargo me atrae ver la forma en que logra derribar sus propias barreras con respecto al amor y los hombres. Anthony, como mencioné, es uno de mis personajes favoritos, y en este libro logra enamorarme más. Posee un estilo del humor y una personalidad encantadora.
Con respecto a la forma de escritura, debo decir que posee un lenguaje claro y fácil, con el estilo y un final característicos de Johanna Lindsey.
En resumen, es un libro muy entretenido y ameno. Considero que faltan mejores descripciones, y a pesar de no ser mi favorito, es un libro ligero para pasar un buen momento. Me resultó difícil parar de leerlo. Es muy recomendable.
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