Sinopsis: Tyler lo tiene todo: es popular, tiene una novia increíble y un grupo de amigos muy cercanos. Simplemente, tiene una vida perfecta. Pero un día gris, y de forma inesperada, su madre se suicida y toda su vida se desvanece. Ahora no solo tendrá que luchar contra sus sentimientos, sino que además deberá lidiar con los abusos físicos y psicológicos de un padre alcohólico y buscarse el sustento, porque su padre se niega a mantenerlo. Así que Tyler empieza a trabajar de camarero en una cadena de comida rápida y, por casualidad, un día se encuentra con Jordyn, una antigua amiga de infancia, aunque ahora un poco más arisca y con pinta gótica. Jordyn y su familia, a diferencia del resto del mundo, no lo tratan con pena y condescendencia, y se van convirtiendo en un sustituto de su hogar. Con la cercanía, Tyler empieza a sentir por Jordyn algo muy intenso, pero ahora que su padre es más brutal e impredecible que nunca, sabe que no puede arriesgarse a arrastrar a Jordyn al caos de su existencia. Cuando la violencia sacuda su nuevo mundo, Jordyn estará a su lado para empezar a pensar juntos un mundo nuevo.
Opinión: Este ejemplar llegó a mis manos gracias a la colección “Historias que dejan huellas”, del diario argentino Clarin. Y disfruté mucho de su lectura.
El argumento me ha fascinado. Posee drama y violencia, donde la historia se vuelve cruda. Pero también, dentro de este mundo caótico del protagonista, prima la esperanza, la amistad y el amor, gracias a la aparición de Jordyn y su familia. El final tal vez es un poco abrupto, mencionándolo en el sentido de las decisiones que toma Tyler, y rápidamente. Pero también me ha gustado. Es una decisión lógica, realista y entendible, pero al mismo tiempo me pareció rotundo.
Como se menciona, Tyler es el protagonista, y me ha gustado mucho. Ha evolucionado a lo largo de la novela. Gracias a Jordyn y su familia, con el tiempo se transforma de un joven pesimista a alguien que siente esperanza en su vida, alguien que observa que puede tener una vida mejor. Jordyn, la joven protagonista, también sufre cambios a lo largo de la historia, siendo la chica gótica en principio para luego de a poco deshacerse de ese “disfraz” y adquiriendo seguridad. Me han gustado mucho ambos protagonistas. También nos encontramos con personajes secundarios, como Henry y Kelly, o incluso el doctor Dave, que añaden que la historia adquiera dulzura, amistad y hasta podría decirse, cierto humor; mientras que el señor Blackwell hace que el drama se incluya en el argumento.
La prosa hace que el libro te atrape desde un primer momento. Contado desde el punto de vista de Tyler, la narración es directa y clara, pero a la vez con las descripciones justas para no aburrirse y disfrutar de una historia ágil.
En conclusión, “El infinito eres tú” es una historia ágil, con momentos muy duros y esperanzadores. Recomiendo mucho la lectura de este libro, distinto a los libros juveniles que he leído.
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