Sinopsis: Estambul, pleno invierno. Poirot decide tomar el Orient Express que en esta época suele hacer su recorrido prácticamente vacío. Pero aquel día, el tren va lleno y sólo gracias a una buena amiga consigue una litera en el coche-cama. A la mañana siguiente se despierta, descubre que una tormenta de nieve ha obligado a detener el tren y que un americano, llamado Ratcher, ha sido apuñalado salvajemente. Aparentemente nadie ha entrado ni ha salido del coche-cama. El asesino, sin duda, es alguno de los ocupantes entre los que se encuentra una altiva princesa rusa y una institutriz inglesa.
Opinión: Es un libro que me ha gustado y me ha mantenido intrigada, pero no me dejó fascinada como esperaba, o como han hechos otras novelas policiales/de suspenso.
La novela juega con el lector, dando un sin fin de posibilidades y culpables. Es interesante como se plantea la historia y como todos parecen inocentes al principio. La historia es interesante y bien planteada. No se pierde el hilo de la narración. Los detalles son importantes para el desenlace, y el detective Hercules Poirot es un hombre atento a cada uno de ellos. Es inteligente y sus deducciones suelen ser acertadas para cada uno de los sospechosos y la razón del asesinato. Me pareció un poco apresurado el final, el detective resuelve el caso de una manera inesperada e intrigante pero al mismo tiempo me parecieron muy rápidos los últimos capítulos.
Los personajes me resultaron interesantes y diferentes, haciendo que la historia sea amena. Sin duda el fuerte de la novela es la variedad de personajes. Mi favorito es Hercules Poirot por su poder de deducción.
La prosa es buena y ayuda a que uno se enganche rápidamente con la intriga de la historia.
En resumen, es una novela atrapante y ágil de leer. Los personajes están bien definidos. Aunque no es una historia que haya superado mis expectativas, la recomiendo, en particular si se quiere iniciar en el mundo de la literatura del crimen.
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